El hotel tiene una vista muy bonita y la tina es agradable. Sin embargo, el cuarto tenía un olor fuerte a drenaje.
Viajábamos con un guía que es amigo nuestro, ya que hemos visitado Medellín en varias ocasiones y hemos creado una linda amistad. Pedí, por favor, que le permitieran subir unos paquetes de una compra que había hecho, pero no lo dejaron entrar. Me sentí muy molesta, ya que solo iba a subir y bajar rápidamente.
El desayuno no fue muy bueno.