Hotel promocionado con mucho énfasis en su Spa, el problema es que no puedes ofertar algo por lo que luego vas a querer cobrar. Veamos, cuando cualquier usuario de este tipo de hoteles le ofertan un Spa, lo mínimo que se imagina es una piscina con chorros, cuellos cisne, jacuzzi, sauna, baño turco etc, vamos un Spa, lo que no es normal es llegar allí para disfrutar los pocos 45 min de los que se dispone y acabar más agobiado que cuando se entró ya que después de hacer el típico circuito de la piscina nos apetecía entrar a la sauna, pero para sorpresa nuestra se debía pagar aparte, los vapores y demás también debían ser contratados aparte. Lógicamente servicios como masajes y tratamientos siempre son extras en cualquier sitio, pero vamos ¿la sauna?
Otro caso el desayuno, bajamos a las 8:30 y vemos que sólo había choped, cruasánes, y pan, aparte de las típicas mermeladas y mantequillas. También habían galletas dulces tipo Oreó, las cuales tiramos por estar más tiesas que un cartón. Total, que voy a la camarera y le preguntó si no ponían nada caliente, huevos, beicon, salchichas etc, y va y me contesta que eso lo sacarían a partir de las 9:00 ya que a esa hora se habrían ido los del inserso, lo único, y todo hay que decirlo, es que amablemente se ofreció a sacarme unos huevos con beicon, pero si algún cliente no se atreve a preguntar pues desayuna frío. Un hotel que es diferenciador con sus clientes no puede ser un buen hotel y eso se notó mucho en el desayuno. No recomendable